Cuando pensamos en las obligaciones que tendremos al contratar a una trabajadora que realice labores domésticas en nuestro hogar, es seguro que simultáneamente aparezcan dudas para negarlas: “no se sabe cuanto tiempo se quedarán”; “se van cuando quieren y ni las gracias te dan”; “¿tengo que darle tantos beneficios?” y por último la natural desconfianza al robo de nuestros bienes, por lo que preferimos desentendernos de estasobligaciones optando por un acuerdo negociado con ella.

Esta inadecuada decisión pone en serio riesgo tanto los derechos de la trabajadora contratada como nuestra seguridad legal y económica al finalizar su vínculo laboral, dado que en la mayoría de los casos, éstas recurren a la autoridad de trabajo para exigir una serie de beneficios impagos que por ley le corresponden y que nosotros por ignorancia o exceso de confianza no tuvimos la oportunidad de prever. (más…)